Saltar al contenido

Hablemos de la nube

¿Cuánta agua tienen las nubes? ☁️

Este año fui al Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (aka. FLISoL) vistiendo una camiseta que dice «There is no cloud, just someone’s else computer» que en español significa más o menos «La nube son los padres» . En varias presentaciones durante el evento hicieron referencia al mensaje de mi camiseta e inclusive sirvió de puntapié para más de una interesante charla con gente que se acercaba. Porque contrario a lo que pueda dictar el imaginario colectivo, la nube no flota en un cielo lejano sino que ocupa un espacio físico, existe en forma de edificios, servidores, cables y personas que la gestionan. Y consume recursos, recursos físicos finitos.

El consumo energético y la huella de carbono de los grandes centros de cómputos es un tema que preocupa hace bastante tiempo, y a mí aún más desde que por mi trabajo veo lo masivas de estas infraestructuras y cómo crecen día a día. Y la realidad también ayuda a entender el problema: en Uruguay escasea el agua potable en la zona metropolitana mientras Google y el gobierno hablan de instalar un nuevo centro de datos que consumirá más de 7 millones de litros de agua potable al día. En Niböe publicaron un artículo hablando del consumo energético de los centros de datos.

Necesitamos estrategias para un consumo tecnológico ecológicamente sustentable. Conceptos como la «frugalidad digital», el «minimalismo digital» me parecen lugares desde donde comenzar a explorar. En el software -y particularmente en el software libre- hay iniciativas para construir software energéticamente eficiente, como KDE Eco. Y en el hardware empiezan a aparecer fabricantes como Framework -que merece su propio capítulo- o Pine64, que aún con un todavía escaso impacto en el mercado nos empiezan a traer productos más respetuosos con el medio ambiente.

Fotografías 📷

El mercado de las cámaras fotográficas compactas ha cambiado. Los teléfonos móviles las obligaron a evolucionar para no desaparecer, ya te contaba un par de ediciones atrás como me las arreglé con mi teléfono para fotografiar mi último viaje. Ahora se fabrican muchas de gama alta, objetivos luminosos, formato RAW y diseños premium. Pero aún sin llegar a esto, en cámaras un poco más modestas o de algunos años atrás en este segmento se encuentran opciones muy interesantes para fotógrafos amateurs.

El año pasado me compré una Canon PowerShot G11, una compacta del año 2009 con controles manuales y un diseño de mi agrado. Me la ofertaron de segunda mano a un muy buen precio y me pareció una excelente oportunidad de darle vida a un excelente dispositivo caído en desuso por su dueña original. A mi me sirve por su tamaño, robustez y bajo costo como una cámara para intentar llevar siempre encima, porque como me dijo un amigo hace un tiempo en fotografía «la mejor cámara es la que llevás contigo».

El anterior domingo por la tarde salí con esta cámara a recorrer Montevideo. Estuve probando desde el modo automático hasta el modo manual y sacando fotos en contextos variados para luego procesar con RawTherapee. Me gusta bastante el flujo de procesado digital que me permite esta cámara, empezando porque sus archivos son más livianos que los de mi otra cámara (claro, tienen menor resolución) y su transferencia es más rápida, y por lo útil que me resulta RawTherapee para el revelado digital. Una cámara económica de segunda mano y un poco de software libre pueden ser una excelente herramienta para fotografía amateur .

Parque Rodó (Montevideo, Uruguay). Fotografía tomada con mi Canon PowerShot G11.

Thunderbird Supernova 🚀

Minutos antes de empezar a escribir esta newsletter actualicé Thunderbird en mi PC a la versión 115 lanzada recientemente. Esta actualización del cliente de correo electrónico de Mozilla incorpora varios cambios visuales que en su conjunto le dan un lavado de cara a la interfaz. También incorpora mejoras en el soporte de algunos protocolos de autenticación y firma digital que siempre se agradecen.

Mozilla Tunderbird 115 «Supernova», imagen por Mozilla.

Puede que a alguno le suene un poco anacrónico esto del cliente de correo electrónico. Si bien en el ámbito corporativo el uso de clientes de escritorio es frecuente, en el ámbito personal gran parte de los usuarios se han acostumbrado al webmail y posiblemente no necesiten uno de estos clientes. Pero si tu caso es como el mío, tener varias cuentas de correo electrónico integradas en una misma interfaz, herramientas de búsqueda y filtrado potentes y un amplio ecosistema de extensiones, es algo que seguramente agradezcas de usar una aplicación así.

Aquí finaliza esta edición

Gracias por haber llegado hasta aquí y estar suscripto a esta newsletter. Te recuerdo que si querés comunicarte conmigo podés dejarme un comentario en el portal en Substack, en mi blog, o en redes sociales como dmurana, 🖖