Mucho se habla de minimalismo hoy en día, está lleno de gurús y literatura al respecto, y en muchos casos termina siendo algo rodeado de cierto misticismo y largos caminos para alcanzarlo. Yo desde hace algún tiempo he decidido tomarlo en su expresión más básica y adoptarlo como una tendencia a reducir las cosas a lo esencial, sin elementos sobrantes.
Esto lo intento aplicar en varios ámbitos de mi vida con mayor o menor éxito según el caso. Me he ido deshaciendo de objetos que no necesito en casa, herramientas que tenía duplicadas sin razón, en ámbitos de la informática he trabajado en que el sistema operativo de mi PC y el flujo de trabajo con aplicaciones sea algo más simple (algo comentaba cuando hablaba de por qué me pasé a Arch Linux y Parábola) y estoy intentando repensar el uso de mis dispositivos móviles (teléfono y tableta), eliminando aplicaciones sobrantes, buscando las más adecuadas a mis necesidades y dejándolas instaladas en el dispositivo en el que mejor uso puedo darles (por ej. mensajería en el teléfono, consumo de contenidos en la tablet).
Me encontraba en esta última tarea cuando me di cuenta que había algo muy simple de solucionar que me estaba molestando bastante, y es que en Android, en la mayoría de los launcher (la interfaz principal: pantalla de inicio y cajón de aplicaciones) cuando agregamos aplicaciones a la pantalla de inicio estas no desaparecen del cajón de aplicaciones, lo que nos da el beneficio de acceder a ellas rápidamente pero a su vez nos duplica el acceso. Esto es fácil de solucionar si encontramos un launcher que nos permita ocultar aplicaciones, o si usamos capas de personalización como MIUI de Xiaomi, donde directamente no hay cajón de aplicaciones y por lo tanto no hay posibilidad de duplicar accesos.
Para solucionar esto, estuve probando algunos launchers de F-Droid, ya que en mi teléfono no tengo los servicios de Google e intento usar aplicaciones que sean software libre. Finalmente, dejé suspendida la tarea de buscar un launcher libre (la retomaré en algún momento) y me fui a Nova Launcher, un clásico en la Google Play Store que instalé a través de Aurora Store para evitar usar Google directamente.
Aproveché la oportunidad para usar una cuadrícula algo más grande y que entren más iconos de aplicaciones en una pantalla, así dejé las aplicaciones que uso habitualmente todas en la pantalla principal y me evité usar pantallas secundarias. Luego oculté del cajón de aplicaciones todas aquellas que ya se encontraban en la pantalla principal, así me quedan ocultas solo aquellas que uso con poca frecuencia y si necesito usarlas las encuentro más rápido. También instalé el tema de íconos H2O para darle un aspecto más uniforme al sistema, aunque si conocen alguno con iconos más simples agradezco dejen comentarios.
Finalmente, este fue el resultado:
Lo mismo apliqué en la tablet, aunque allí el cambio no fue tan notable pues tengo un número mayor de aplicaciones y el cajón no se ve tan limpio. He de decir que es un cambio muy fácil de aplicar y supone una mejora en el uso del dispositivo, permite acceder más rápido a las aplicaciones y reduce un poco el agobio que produce tener que localizar iconos en una larga lista de aplicaciones (que de todos modos viene siendo cada vez más pequeña en mi caso).